La principal ventaja de este queso es su fácil digestión: la leche de cabra es mejor tolerada por el organismo que la de vaca, lo que reduce la carga sobre el sistema digestivo. Además, el queso de cabra es completamente hipoalergénico.
Los especialistas también destacan su bajo contenido de colesterol y grasas, lo que lo convierte en una buena opción para quienes siguen una dieta. También es importante que contiene poca lactosa, por lo que en casos de intolerancia a la lactosa, es menos problemático que el queso de vaca.
En cuanto a sus propiedades beneficiosas, el queso de cabra aporta una mayor cantidad de calcio que el de vaca, por lo que es esencial para quienes padecen enfermedades del sistema musculoesquelético.